Las sensibilidades alimentarias son posiblemente el tipo de reactividad alimentaria menos considerada desde la medicina convencional. La falta de coordinación en términos de su estandarización mundial ha impedido utilizar estas herramientas para el diagnóstico de muchas enfermedades gastrointestinales y extra-gastrointestinales.
Activando una respuesta de tipo IgA y/o IgG, los alimentos pueden producir inflamación crónica de bajo grado provocando el llamado “Leaky gut syndrome” o Síndrome de intestino permeable y sus diversas consecuencias en el resto del organismo, las cuales pueden ir de una enfermedad autoinmune, hasta condiciones neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.